Los platos son elementos fundamentales en cualquier vajilla y desempeñan un papel crucial en la presentación y el disfrute de tus comidas. Entre los diversos tipos de platos, el pando, el hondo y el de postre tienen usos específicos que agregan versatilidad a la mesa del hogar.
En este artículo, podrás explorar los usos y diferencias entre los platos pando, hondo y de postre para que puedas elegir el plato adecuado en cada ocasión.
1. Plato pando:
Uso en el hogar: el plato pando es el más versátil de todos y suele ser el plato principal para las comidas diarias. Es ideal para servir alimentos sólidos y platillos principales como carnes, pescados, pastas y guarniciones.
- Comidas principales: el plato pando es ideal para servir comidas principales en el hogar. Puedes utilizarlo para presentar platillos sólidos como carnes, pescados, pastas, arroces y guarniciones. su diseño plano y amplio proporciona espacio suficiente para arreglos creativos de alimentos.
- Cenas familiares: durante cenas familiares o comidas diarias, el plato pando se convierte en el lienzo principal para ofrecer una variedad de alimentos. Su versatilidad lo hace perfecto para platos que incluyen múltiples componentes.
- Almuerzos y cenas informales: para almuerzos o cenas más informales, el plato pando es práctico y funcional. Puedes utilizarlo para servir una amplia gama de opciones, desde platos únicos hasta combinaciones de alimentos más variadas.
- Platos fríos o calientes: ya sea que estés sirviendo un plato caliente o frío, el plato pando es adecuado para diversas temperaturas de alimentos. Puedes presentar desde una ensalada fresca hasta una porción caliente de lasaña.
Características clave: el plato pando tiene un borde ligeramente levantado que ayuda a contener salsas y los jugos de los alimentos. Además suele tener un tamaño versátil, es decir que está disponible en diversos tamaños, desde platos de cena más grandes hasta platos más pequeños para aperitivos.
2. Plato hondo:
Uso en el hogar: el plato hondo es perfecto para alimentos que contienen líquidos, como cremas, sopas, guisos, pastas con salsas, cereales y ensaladas con aderezos. Su profundidad evita que los líquidos se derramen fácilmente.
- Sopas, cremas y guisos: El plato hondo es ideal para servir sopas, cremas y guisos. Su profundidad evita que los líquidos se derramen y permite contener tanto los ingredientes sólidos como los caldos.
- Pastas con salsas: cuando se sirven platos de pasta con salsas, el plato hondo es una elección acertada. Facilita la mezcla de la pasta con la salsa y evita que los líquidos se desborden.
- Ensaladas generosas: si prefieres ensaladas más generosas con múltiples ingredientes, el plato hondo proporciona suficiente espacio y evita que los ingredientes se salgan del plato.
- Cereales y avena: en el desayuno, el plato hondo es excelente para servir cereales, avena o yogur con frutas. Su profundidad permite contener los ingredientes y facilita su consumo.
- Platos con caldos o salsas: cualquier plato que involucre caldos o salsas, como cazuelas, se beneficia de la forma del plato hondo al evitar que los líquidos se desborden.
- Servir porciones generosas: cuando deseas servir porciones más grandes de alimentos, el plato hondo brinda espacio adicional y evita que los bordes se llenen rápidamente.
- Platos de arroz y guarniciones: el plato hondo también es adecuado para servir platos de arroz con salsas o guarniciones que contengan líquidos.
Características clave: tiene bordes altos, está diseñado con bordes más altos y profundidad para contener alimentos líquidos y evitar derrames. También es versátil pues puede ser utilizado para comidas principales o entradas, especialmente aquellas con salsas o caldos.
3. Plato de postre:
Uso en el hogar: este palto está reservado para los momentos más dulces de la comida, el plato de postre es perfecto para servir pequeñas porciones de delicias dulces como tortas, helados o frutas.
- Tortas: el plato de postre es perfecto para presentar porciones individuales de tortas; puedes colocar una rebanada o porción de manera elegante.
- Helados: cuando sirves helado como postre, el plato de postre es la elección ideal. Puedes añadir toppings y salsas al helado en un espacio más pequeño y fácil de manejar.
- Frutas frescas: utiliza el plato de postre para servir porciones más pequeñas de frutas frescas al final de la comida. Es una opción ligera y refrescante.
- Postres en porciones individuales: si tienes porciones de flanes, mousses o pudines, el plato de postre es el recipiente perfecto para presentar estas delicias.
- Postres pequeños: para postres más pequeños como galletas o trufas, el plato de postre proporciona el espacio adecuado sin abrumar con un plato más grande.
- Presentación estética: ten en cuenta que el plato de postre se utiliza no solo por su funcionalidad, sino también por su presentación estética ya que permite mostrar de manera atractiva la culminación de la comida.
Características clave: el tamaño es pequeño, generalmente más pequeño que los platos principales, esto se debe a que está destinado a porciones de postre más modestas que los platos fuertes. El diseño, por su parte suele ser más decorativo y detallado para realzar la presentación de los postres.
Diferencias entre plato pando, hondo y de postre
Las diferencias entre el plato pando, hondo y de postre radican principalmente en su diseño, tamaño y uso específico en la presentación de alimentos.
- Tamaño y forma: mientras que el plato pando es más grande y con un borde amplio, el hondo tiene bordes más altos y mayor profundidad, el plato de postre, por su parte, es mucho más pequeño y decorativo que los otros.
- Uso específico: cada tipo de plato tiene un propósito claro. Así, por ejemplo, el pando se usa para platos principales sólidas, el hondo para alimentos líquidos o comidas con jugos o salsas y el de postre, como su nombre lo indica, es apropiado para servir postres.
- Presentación: mientras que los platos pando y hondo tienden a tener un diseño más funcional, el plato de postre a menudo es elegante y decorativo.
Conocer los usos y las diferencias a los platos que conforman tu vajilla no solo te permite lograr una presentación más adecuada de los alimentos en tu mesa, sino también garantizar que cada plato cumpla su función específica según el tipo de comida que estés sirviendo.