Para los amantes del buen café la calidad del grano es tan importante como el servicio. Es, precisamente, de la mesa y de cómo servir el café de lo que queremos hablarte en este artículo, para que, con todos los detalles de este momento, que es casi un ritual, tus comensales logren disfrutar de cada trago de café.
En qué servir el café
El primer y más importante aspecto sobre el cual necesitas preguntarte es en qué servir el café: ¿vaso o pocillo? Aunque el buen café se disfruta en cualquier recipiente, el ideal y el preferido por los amantes del café es sin, lugar a dudas, el pocillo. Este tipo de pieza no solo tiene el tamaño apropiado para el servicio, sino también una pequeña asa ideal para agarrarlo y evitar quemaduras con la temperatura del café recién servido, esto considerando que los comensales prefieran beberlo caliente. Cuando estés buscando pocillos para tu servicio de café, no te olvides de pensar en el material.
Los más recomendados del mercado son la porcelana por sus cualidades para conservar el calor, su resistencia al choque térmico y, por su puesto, debido a la gran variedad de decoraciones disponibles.
Cada pocillo con su plato
Sin lugar a dudas, el pocillo necesitará un plato de apoyo. Normalmente estas dos partes de la vajilla se venden en conjunto, pero puedes usar tu creatividad para mezclar platos y tazas de diferentes vajillas. Si decides combinar, ten cuidado con que las decoraciones, los colores, los materiales e incluso las formas se complementen unas con otras y formen una buena pareja para que tu servicio sea un cumplido al buen gusto. Una vez encontrada la perfecta pareja de plato y pocillo, solo falta un elemento más de la vajilla para servir el café: la cuchara.
Esta se pone sobre el plato o fuera de él, cuidando que esté junto al asa y próxima a la mano derecha del comensal, si es diestro, o a la izquierda si es zurdo. Un dato curioso es que los verdaderos amantes del café no usarán la cuchara pues el propósito de esta es revolver el café cuando usas azúcar, pero quienes verdaderamente saben de esta bebida la toman sin endulzar.
Otros accesorios
El tema del endulzante pone de manifiesto otro aspecto relevante: los recipientes que se deben disponer en la mesa para acompañar los gustos de tus invitados a la hora de beber el café. El café se puede tomar con leche o con crema, con azúcar o sin él, con licor, con hielo y de tantas maneras como puedas imaginarlo, en ese caso y dado que es imposible complacer a todos, es importante que decidas cómo quieres servir el café para que puedas pensar en los demás accesorios que necesitarás.
Tipos de café
Existen más de diez tipos de café de acuerdo a la manera en que este se prepara. Espresso, americano, capuchino, macchiato, latte, carajillo, mocca, cold brew, frappé, entre muchos otros. Todos ellos son aptos para ser servidos en tu mesa, aunque en diferentes momentos y siempre teniendo muy presentes las preferencias de tus comensales. En este punto quizás te conviene conocer un poco acerca de los tipos de café y de cómo servirlos para cuando llegue el momento.
Espresso
Esta es una preparación en la que el café se obtiene de manera rápida mediante un método de alta presión. El sabor de este tipo de café es muy concentrado y se caracteriza por una gruesa capa de espuma. Necesitarás un pocillo pequeño para servirlo y dado que es tan fuerte, en ocasiones se acompaña con un vaso de agua.
Americano
El americano es simplemente una variación del espresso que se caracteriza por un sabor menos fuerte y más aguado. La clave de su preparación es, justamente, añadir agua hirviendo al espresso, por lo tanto, se sirve en un pocillo más grande que el espresso.
Capuchino
Este tipo de café cobra cada vez más popularidad: su preparación consiste en un tercio de café por dos de leche espumada, lo cual le da una textura cremosa al paladar. Un toque de cacao en polvo sobre la espuma le da un toque más dulce. Puedes servirlo en un pocillo de té ya que es más ancho y tiene una capacidad de entre 240 a 260 miliitros.
Macchiato
También conocido como cortado es otro tipo de espresso al que se le agrega un ligero toque de leche usualmente tibia o caliente. La taza que usas para el espresso funciona igual de bien para este café.
Latte
Se parece al capuchino, pero en lugar de un tercio tiene dos partes de leche y menos espuma, además no se le pone cacao en polvo. Un pocillo de té es ideal para este tipo de café por su capacidad en volumen.
Carajillo
El carajillo es un tipo café al que se le añade una parte de licor. Los licores más más comunes para preparar un carajillo son whisky y brandy, para matizar algo del sabor fuerte del licor al carajillo suele ponérsele azúcar. Suele servirse en un pocillo de café clásico.
Cold brew
Este es un café que se extrae mediante calor pero se sirve frío, tras esta bebida refrescante hay un proceso de preparación que demoran de 12 a 14 horas. Conocer los tipos de café te dará las claves que necesitas saber para identificar cómo y cuando servirlos. Usualmente se pone en un vaso de vidrio.
Cuándo servir el café
Si la ocasión es una cena o un almuerzo, el café se sirve normalmente después de que los comensales han acabado de comer, y es así gracias a los beneficios digestivos de esta bebida. Es recomendable acompañarlo con un dulce. En este caso, el café puede servirse en la mesa en la que se llevó a cabo la comida o, en otro ambiente si dispones de él como una sala de estar o una terraza. Por otro lado, si se trata de un desayuno u otra ocasión en la que el café es el protagonista, procura cuidar tanto como puedas todos los aspectos relacionados con el servicio como la temperatura, la selección de la vajilla y por supuesto la comida. El café es una bebida para compartir y reunir, cualquiera que sea la forma en la que se tome, el café calienta la palabra y facilita la conversación; es por eso que cuidar el momento en el que se sirve y la manera de hacerlo será fundamental para hacer de este un instante mágico.