El uso adecuado, lavado y almacenamiento de vajillas es esencial para mantener la higiene y prolongar su vida útil. Al utilizar vajillas, es importante evitar golpes y choques que puedan dañarlas. La vajilla es una parte fundamental de la experiencia gastronómica en cualquier hotel, café o restaurante. Mantenerla limpia, en buen estado y correctamente almacenada es crucial para garantizar la satisfacción del cliente y, por supuesto, el funcionamiento eficiente del negocio.
En este artículo podrás conocer algunas recomendaciones que te ayudarán a tener mejores prácticas para el uso, lavado y almacenamiento de vajillas en establecimientos de hostelería.
Lavado manual
Si bien los avances tecnológicos han introducido lavavajillas industriales de alta eficiencia, el lavado manual sigue siendo una práctica común y necesaria en la operación diaria de muchos establecimientos de la industria de la hostelería. La atención meticulosa al lavar cada pieza de vajilla garantiza la higiene y la seguridad alimentaria, así como la satisfacción del cliente.
Por eso es crucial entender las técnicas adecuadas para el lavado manual de vajillas, así como los procedimientos que aseguran una limpieza eficiente y un mantenimiento óptimo de los utensilios. Desde la preparación inicial. hasta el secado y almacenamiento final, cada paso en el proceso de lavado manual juega un papel vital en la preservación de la calidad de la vajilla y, en última instancia, en la experiencia del cliente. Ten en cuenta los siguientes aspectos:
- Es importante cubrir la grifería del lavaplatos con un tapón de caucho o de silicona para evitar el desportillado de las piezas.
- Se recomienda poner un tapete de caucho o plástico en la base del lavaplatos para amortiguar posibles golpes de las piezas.
Pasos para el lavado:
- Remover los restos de comida que quedan en los platos con una espátula de plástico o silicona, esto no solo facilita la limpieza, sino que puede evitar que se obstruya la poceta.
- Seleccionar la vajilla por tipos de suciedad.
- Prelavar o remover a chorro en la poceta otros residuos de comida que haya quedad sobre los platos.
- Lavado: se recomienda usar un detergente líquido y neutro, no abrasivo. Preferiblemente lavar en dos pocetas, una con agua jabonosa y otra donde se haga el enjuague con agua caliente para eliminar cualquier residuo de detergente y asegurarte de que esté completamente limpia.
- Enjuague asegurándose de que las piezas queden completamente limpias.
Lavado mecánico
En el mundo de la hostelería, donde el tiempo es un recurso invaluable y la eficiencia es esencial, el lavado mecánico de vajillas aparece como una herramienta indispensable que ha revolucionado la forma en que se gestionan las operaciones de limpieza de utensilios, ofreciendo una combinación de rapidez, eficacia y calidad que se traduce en una experiencia gastronómica impecable para los clientes.
El lavado mecánico de vajillas no solo agiliza el proceso de limpieza, sino que también garantiza un nivel consistente de higiene y seguridad alimentaria. Desde la eliminación de restos de comida, hasta la desinfección completa de cada pieza, estos equipos automatizados han perfeccionado el arte de la limpieza, permitiendo a los establecimientos de hostelería mantener altos estándares sin comprometer la eficiencia operativa.
Una de las recomendaciones esenciales para el uso de lavavajillas es no combinar el lavado de paltos con cubiertos ni ningún otro material metálico.
Pasos para el lavado mecánico
- Descomidar o raspar los restos de comida antes de iniciar el lavado con una espátula de plástico o silicona para facilitar la limpieza.
- Seleccionar la vajilla por tipos de suciedad.
- Prelavar removiendo a chorro residuos que hayan quedado sobre las piezas en la poceta.
- Lavado con detergente y desinfectante. Es recomendable usar el ciclo de la máquina en donde se sometan las piezas a agua jabonosa a una temperatura de entre 75 °C a 90 °C.
- Enjuague, para este paso se aconseja usar un ciclo de lavado con agua de entre 75 °C a 90 °C con aditivos que puedan ser abrillantadores, secantes y desinfectantes, esto con el fin de darle brillo al esmalte de las piezas y de minimizar el tiempo de secado.
Otras recomendaciones importantes para después del lavado son: mantener el área de recibo limpia y en orden, siempre cargar las piezas similares en cada reja de platos y, finalmente, apilar las piezas de vajilla a un máximo de 40 cm.
Proceso de secado
El proceso de secado de vajillas en hoteles, cafés y restaurantes es una etapa crucial en la cadena de limpieza y preparación de utensilios. Después del lavado, asegurar que la vajilla esté completamente seca es esencial para mantener altos estándares de higiene y evitar la formación de manchas de agua que puedan afectar la presentación de los platos.
Usualmente, es recomendable dejar secar a temperatura ambiente, pero si la vajilla va a ser guardada, es necesario secar las piezas con paños secantes, siempre limpios y secos.
Almacenamiento
Es importante garantizar que la vajilla se almacene en condiciones adecuadas después de los procesos de lavado y secado para evitar la contaminación y el deterioro, asegurando así que esté lista para su uso inmediato o almacenamiento a un largo plazo.
- Guarde las piezas separadas de la cristalería y de los utensilios metálicos.
- No almacene piezas mojadas.
- Proteja con paños la estantería metálica.
- Apile la vajilla por formas y tamaños. Al respecto, es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones de apilado:
- Apile máximo hasta 30 piezas en platos mayores de 22 cm.
- Apile hasta 20 piezas en bandejas.
- Apile hasta 15 piezas en platos menores de 20 cm.
- Apile hasta 3 piezas en pocillos tazas y mugs.
En resumen, el uso, lavado y almacenamiento adecuado de vajillas en establecimientos de hostelería son aspectos fundamentales para garantizar la satisfacción del cliente y el éxito del negocio.
El compromiso con la excelencia en el manejo de la vajilla no solo mejora la percepción del cliente, sino que también contribuye a la eficiencia operativa y al mantenimiento de estándares elevados en toda la operación del establecimiento. En última instancia, la atención meticulosa al uso, lavado y almacenamiento adecuado de la vajilla es un reflejo del compromiso de un establecimiento con la calidad y la excelencia en el servicio gastronómico.